Cuando [una persona] olvida la naturaleza de [su] alama esencial, todo se vuelve confuso e incierto. El tipo primario de teshuvá, que ilumina las zonas oscuras inmediatamente, consiste en que la persona vuelva a ella misma, a la raíz de su alma. Y, a partir de aquí, volverá a H’, al Alma de todas las almas. Esto se aplica al individuo, a toda la nación, a toda la humanidad, a la rectificación de toda la existencia, cuya imperfección es siempre debida a que se olvida de sí misma.